Jesus and the Temple in John and Hebrews: Towards a New Testament Perspective

Abstract

ResumenEn los últimos años, la definición que Jesús dio de sí mismo en los evangelios, particularmente en el de Juan, como el nuevo templo ha recibido atención erudita significativa.No solo Jesús parece declarar ser un templo. También anuncia el reemplazo del templo de Jerusalén como siendo fundado en su persona en un contexto escatológico (ej. Juan 2,19-21). Es más: este concepto es desarrollado de manera más completa en las epístolas de Pablo, cuando declaran que el nuevo templo es fundado en la persona de Cristo, y es, de hecho, el cuerpo de Cristo, su iglesia.Este artículo explora y desarrolla el concepto de Jesucristo como el nuevo templo, con un enfoque particular en Juan 4,7-26. La tesis principal de esta investigación es que la declaración de Jesús de sí mismo como el templo, y el desarrollo subsecuente de Pablo de este concepto, debe recibir el peso que les corresponde. Dicha declaración tiene implicaciones significativas para la autocomprensión de la iglesia hoy, y para entender la naturaleza misma de la adoración cristiana, iluminando muchos temas neotestamentarios desde una perspectiva cristológica. AbstractIn recent years, the notion of Jesus’ definition of Himself as the New Temple in the Gospels, and particularly in the Gospel of John, has received significant scholarly attention.Not only does Jesus appear to declare Himself to be a temple, but He also foreshadows the replacement of the Jerusalem Temple as being founded in His own person in an eschatological context (e.g. Jn 2,19-21.) Furthermore, this concept is more fully developed in the epistles of Paul, in which the new temple is founded on the person of Christ, and is in fact the body of Christ, that is, His church.This article explores and develops the concept of Jesus Christ as the New Temple with a particular focus on Jn 4,7-26. The main thesis of this paper is that Jesus’ declaration ofHimself as the Temple, and Paul’s subsequent development of this concept, must be given due weight. It has significant implications for the self-understanding of the church today, and for understanding the very nature of Christian worship, illuminating many New Testament themes from a Christological perspective.