Pensar a Dios desde las mediaciones del rostro y la carne según la fenomenología de Jean-Luc Marion

Autores/as

  • Alberto F. Roldán Instituto Teológico Fiet Buenos Aires

DOI:

https://doi.org/10.56487/enfoques.v33i1.997

Palabras clave:

Fenomenología, Marion, Rostro, Carne, Dios

Resumen

En el presente trabajo, se analiza el modo en que Jean-Luc Marion propone en su fenomenología tomar en cuenta el rostro del prójimo y la carne como mediaciones para pensar a Dios desde lo humano. En primer lugar, el autor se refiere a una cuestión de los “fenómenos saturados”. Luego, analiza el tema del rostro del prójimo como fenómeno saturado. En tercer lugar, expone el tema de la carne, como otro fenómeno saturado. El trabajo finaliza con unas conclusiones que toman en cuenta los espacios del rostro del prójimo y la carne como posibilidades para pensar a Dios desde la encarnación del Logos.

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Citas

Eric Pommier, “Introducción: el don del filósofo”. En Eric Pommier, comp., La fenomenología de la donación de Jean-Luc Marion (Buenos Aires: Prometeo, 2018), 21. Para una visión general de la fenomenología francesa, véase Philippe Capelle, Fenomenología francesa actual, trad. Gerardo Losada (Buenos Aires: UNSAM-Jorge Baudino Ediciones), 2009.

Stéphane Vinolo, “Jean-Luc Marion y la teología, pensar desde el amor”, Theologica Xaveriana 186 (julio-diciembre de 2018): 2.

Jean-Luc Marion, Siendo dado, trad. por Javier Bassas Vila (Madrid: Editorial Síntesis, 1998), 34.

Martín Heidegger, Sein und Zeit: 28, cit. por Marion en ibíd., 41. Dice Heidegger: “La confusa variedad de los ‘fenómenos’ nombrados por los términos fenómeno, apariencia, manifestación, mera manifestación solo se deja desembrollar cuando sea comprendido desde el comienzo el concepto de fenómeno: lo-que-se-muestra-en-sí-mismo”. Ser y Tiempo, 5.a ed., trad. por Jorge Eduardo Rivera (Santiago de Chile: Editorial Universitaria, 2015), 56.

Ibíd., (cursivas originales).

Jean-Luc Marion, Siendo dado, 59 (cursivas originales).

Ibíd., 31 (cursivas originales).

Ibíd., 330.

Ibíd., 344-345.

Stéphane Vinolo, Jean-Luc Marion: la fenomenología de la donación como relevo de la metafísica (Quito: FCE, 2019), 106.

Carlos Enrique Restrepo, “Relectura de los fenómenos saturados”. En Jorge Luis Roggero, Jean-Luc Marion: límites y posibilidades de la filosofía y de la teología (Buenos Aires: Sb, 2017), 158 (cursivas originales).

Habría un quinto fenómeno saturado que es la “revelación”. Al respecto, véase el análisis de José Daniel López. En “Reducción fenomenológica y reducción teológica”, Jorge Luis Roggero, ibíd., 61-68, y el texto que recoge las ponencias de Gifford Lectures a cargo del propio Jean-Luc Marion, Givenness and Revelation, trad. por Stephen E. Lewis (Oxford: Oxford University Press), 2016.

Jean-Luc Marion, “Los límites de la fenomenalidad”. En Eric Pommier, La fenomenología de la donación, 43-44.

Ibíd., 45 (cursivas originales).

Emmanuel Lévinas, Totalidad e infinito, trad. por Daniel E. Guillot (Madrid: Biblioteca Nacional, 2002), 55.

Alberto F. Roldán, “El carácter multifacético de la epifanía del rostro en Emmanuel Levinas: ética, diálogo, infinitud y concreción”. En Hermenéuticas y éticas: del texto interpretado a la acción responsable, cap. 6 (Oregon: Publicaciones Kerigma, 2021).

Emmanuel Lévinas, Dios, la muerte y el tiempo, María Luisa Rodríguez Tapia (Barcelona: Altaya, 1999), 238 (cursivas originales). Clase impartida por Lévinas en París el viernes 22 de abril de 1976.

Luis Mariano de la Maza, “El amor según Marion”. En Pommier, Fenomenología de la donación, 163. En nota al pie, el autor indica que en ese tema Marion sigue a Lévinas remitiendo al lector a Totalidad e infinito (Salamanca: Sígueme, 1977), 211-214.

Jean-Luc Marion, El fenómeno erótico, trad. por Silvio Mattoni (Buenos Aires: El Cuenco de Plata, 2005), 9.

Roberto Walton se refiere a la univocidad del amor que se une a la equivocidad de los modos de su ejercicio y, desde allí, reflexiona sobre la lógica unívoca del amor en la cual destaca cuatro aspectos: (a) la certeza, (b) la posibilidad, el conocimiento, y (d) a alteridad. Concluye diciendo: “Dios manifiesta la lógica del amor, por ejemplo, en el avance de amar primero. Ama a los que no lo aman y también a lo que no es y que extrae ex nihilo. […] Así, el amor no se apoya en un ente para hacerse amar por él sino que suscita al ente en su amor unilateral”. Roberto Walton,

“El fenómeno erótico en el marco de la fenomenología y teología del amor”. En Jorge Luis Roggero, ed., Límites y posibilidades de la filosofía y de la teología (Buenos Aires: Sb editorial, 2017), 79 (cursivas originales).

Marion, El fenómeno erótico, 11.

Ibíd., 31.

Ibíd., 86.24 Ibíd., 87.

Ibíd., 89.

Ibíd., 103 (cursivas originales).

Ibíd., 117.

Ibíd., 118.

Lévinas, Totalidad e infinito, 227 (cursivas originales).

Ibíd.

Marion, El fenómeno erótico, 120.

Ibíd., 50. Esta diferenciación proviene de un estudio profundo que hace Marion de la sexta meditación de Descartes sobre el pensamiento pasivo. Dato proporcionado por gentileza de Stéphane Vinolo. Respecto a la diferencia entre cuerpo y carne, que Marion toma del planteo de Husserl, véase Jean-Luc Marión, Retomando lo dado, trad. por Gerardo Raúl Losada (Buenos Aires: UNSAM Edita, 2019), 70.

Ibíd. Sobre las condiciones fenomenológicas de la revelación, véase Raúl Zegarra, “Una fenomenología (hermenéutica) de la revelación para una teología de la liberación”. En Jorge Luis Roggero, ed., Jean-Luc Marion: límites y posibilidades de la filosofía y de la teología (Buenos Aires: Sb editorial, 2017), 24-29.

“Los límites de la fenomenalidad”. En Pommier, La fenomenología de la donación, p. 43.

Cf. Hans Walter Wolff, Antropología del Antiguo Testamento, trad. por Severiano Talavero Tovar (Salamanca: Sígueme, 1975); John A. T. Robinson, El cuerpo: estudio de teología paulina, trad. por Natalio Fernández Marcos (Barcelona: Ariel, 1968).

Marion, El fenómeno erótico, p. 132.

Ibíd., 134.

Ibíd., 139.

Ibíd., 139-140.

Ibíd., 141.

Ibíd., 142. La reflexión sobre el erotismo ya está esbozada en Michel Henry cuando se refiere al placer que proviene tanto del otro como de uno mismo, quien expresa: “En todo caso es un hombre y su cuerpo de hombre o de mujer el que está en el origen de todo lo que experimenta y, especialmente del placer que se da a sí mismo o por la mediación de otro que es como él”. Michel Henry, Yo soy la verdad, trad. por Javier Teira Lafuente (Salamanca: Ediciones Sígueme, 2001), 238.

Marion, El fenómeno erótico, 149.

Ibíd., 151.

Eric Pommier, “La donación de la carne según Marion”, 75.

Marion, El fenómeno erótico, 153.

Ibíd., 155. Justamente en este punto es donde Marion amplía la visión de Lévinas. Como dice Philippe Capelle, Marion da al rostro la carne que le faltaba en los análisis levinasianos, por lo que “la orden que el otro me dirige al solicitarme (‘Heme aquí, ven”) no pertenece ya al marco de lo universal, sino que, más bien, lo transgrede al cuestionarle el derecho a la última palabra”. Philippe Capelle, Fenomenología francesa actual, trad. Gerardo Losada (Buenos Aires: UNSAM Edita-Jorge Baudino Ediciones, 2009), 82.

Marion, El fenómeno erótico, 158.

Ibíd., 158.

Ibíd., 174.

Ibíd.

Pablo Andiñach, Introducción hermenéutica al Antiguo Testamento (Estella: Verbo Divino, 2012), 464.

El verbo utilizado aquí es θάλπω que etimológicamente significa ‘calentar’ y originalmente se usaba para la referencia del empollar de las aves. Mariano Ávila expresa: “Por extensión tiene el sentido de cuidar con sumo esmero y cariño. Es darle al cuerpo todo lo que necesita para estar sano y confortable”. Mariano Ávila Arteaga, Carta a los Efesios. Comentario para exégesis y traducción (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 2008), 213. En una conferencia dictada en Buenos Aires hace muchos años, el biblista español Luis Alonso Schökel fue más allá y argumentó que, por pudor, casi ningún traductor vierte el verbo griego en su sentido más íntimo de la caricia sexual que es —dice— a lo que apunta ese lenguaje. La Reina Valera 1909 vierte: “la sustenta y regala”. La versión Nacar-Colunga traduce “la abriga”. Una antigua versión francesa traduce “la nourit et la chérit”, La Sainte Bible qui comprend L’Ancient et le Nouveau Testament, traduits sur les textes originaux par J. N. Darby, La Haye: Imprimiere C. Blommendall, 1895. Y la Biblia Textual, traduce “cuida” y en nota agrega “Lit. abriga o calienta”.

Somos conscientes de que esta opción de traducción de Reina Valera no es la más sustentada por los mejores manuscritos griegos y sigue el denominado Textus Receptus. Sin embargo, como dice F. F. Bruce, esa adición, aunque no es original, guarda estrecha relación con el argumento del pasaje, especialmente con Génesis 2,24 citado en el contexto. F. F. Bruce, The Epistle to the Ephesians (Londres: Pickering & Inglis, 1961), 119. A partir de algunos testimonios, lo utilizamos aquí para enfatizar la idea de comunión plena entre los creyentes que conforman la Iglesia, con Cristo como esposo. También El Nuevo Testamento traducido por Félix Torres Amat vierte como Reina Valera: “porque todos nosotros somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos”. Nuevo Testamento, 2.a ed., traducido por Félix Torres Amat y comentado por Monseñor Juan Straubinger (Buenos Aires: Guadalupe, 1942). La antigua traducción francesa ya citada, lee: “somes membres de son corps –de sa chair et de ses os”. La versión checa traduce:“Nebof jsme oudové têla jeho, z masa jeho, a z kosti jeho.” Biblí Svatá, Praga: Nákladem Biblické Spolcnosti, 1953.

Santa Teresa de Jesús, “Ya toda me entregué”, Poemas del alma, https://www.poemas-del-alma.com/santa-teresa-de-jesus-sanchez-ya-toda-me-entregue.htm (cursiva añadida).

Vinolo, Jean-Luc Marion: la fenomenología de la donación, 115.

Xabier Pikaza, El “Cántico espiritual” de San Juan de la Cruz. Poesía. Biblia. Teología (Madrid: Ediciones Paulinas, 1992), 156 (cursivas originales).

Jean-Luc Marion, Acerca de la donación: una perspectiva fenomenológica, trad. por Gerardo Losada (Buenos Aires: Jorge Baudino Ediciones-USAM, 2005), 74 (cursivas originales). Sobre el misterio de la encarnación del Logos, véase Alberto F. Roldán, “La encarnación del Logos según la perspectiva fenomenológica de Michel Henry”, Enfoques XXXI, n.o 1 (enero-junio de 2019): 47-68.

Marion, El fenómeno erótico, 243.

Ibíd., 248

Ibíd., 253. El amor en la fenomenología de Marion es considerado por Jorge Roggero como una apropiación de la idea teológica del amor, por influencia, especialmente, de Hans Urs von Balthasar. Véase Jorge L. Roggero, Hermenéutica del amor. La fenomenología de la donación de Jean-Luc Marion en diálogo con la fenomenología del joven Heidegger (Buenos Aires: Sb, 2019), 451-495. Por su parte, Paul Tillich ha señalado la tendencia a la radical separación entre eros y agápe en el cristianismo, exaltando el segundo en detrimento del primero cuando se trata de diferentes expresiones del amor. El radical contraste entre eros y agápe, aunque ha sido criticado, todavía ejerce una fuerte influencia tanto en el ascetismo católico-romano como en el moralismo protestante. Paul Tillich, Systematic Theology, vol. III (Chicago: The University of Chicago Press, 1963), 240. Un clásico estudio sobre el tema es la obra del teólogo sueco Anders Nygren, Eros y ágape: la noción cristiana del amor y sus transformaciones, Colección Marginalia, trad. por José A. Bravo (Barcelona: Sagitario, 1969).

Marion, El fenómeno erótico, 253.

Ibíd., 254.

Ibíd.

Marion, El fenómeno erótico, 193.

Walton. “El fenómeno erótico en el marco de la fenomenología y teología del amor”, 81.

Ibíd., 83.

Publicado

2021-06-30

Número

Sección

Artículos